¿Por qué elegir toallitas húmedas orgánicas para bebés?

Muchos padres han pasado a usar toallitas húmedas orgánicas para bebés en lugar de toallitas húmedas convencionales. Las toallitas húmedas convencionales están cargadas de productos químicos y fragancias que pueden causar pañalitis e irritar la piel. Los bebés en crecimiento son menos capaces de manejar la irritación de la piel, por lo que las toallitas orgánicas son mejores para su salud. Además, son más amables con el medio ambiente.

Las toallitas húmedas orgánicas para bebés están hechas con tela de algodón orgánico y están infundidas con aceites esenciales orgánicos que refrescan la piel. No contienen conservantes ni detergentes sintéticos y están certificados por The Soil Association. Las prácticas de agricultura orgánica promueven la salud del suelo y el agua. Las toallitas húmedas ecológicas para bebés están fabricadas con un alto porcentaje de material reciclado.

Las toallitas húmedas orgánicas para bebés no contienen productos químicos agresivos y son biodegradables. También contienen aloe vera, conocido por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Las toallitas húmedas orgánicas para bebés son hipoalergénicas, NO TOX y ECOLÓGICAS. También están libres de detergentes fuertes y fragancias.

A pesar de que algunas compañías afirman que son "limpias" y "naturales", la mayoría de las toallitas húmedas para bebés contienen ingredientes que no son naturales y pueden causar irritación o reacciones alérgicas. En algunos casos, los ingredientes sintéticos, como el aceite de ricino hidrogenado PEG-40, pueden ser dañinos para la piel sensible del bebé. Estos químicos también pueden dañar los sistemas de órganos y causar alergias.

Las toallitas húmedas orgánicas para bebés son una parte importante de un enfoque de crianza ecológico. Usar cuadrados de tela reutilizables hechos de algodón orgánico o cáñamo es una excelente manera de ayudar al medio ambiente mientras reduce su consumo total de energía. Estas toallitas pueden durar un par de días en un recipiente hermético. Guárdelos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar. Alternativamente, puedes llevarlos contigo cuando estés fuera de casa usando una bolsa de silicona.